Una marca sin personalidad no es más que un logo, es decir, una marca efímera, un producto sin más, un simple precio.
Si tu marca no tiene personalidad será difícil que la recuerden. Y es que para que tu marca conecte con el público, tienes que dotarla de rasgos “humanos” y eso se hace creándole una personalidad.
Las marcas son espejos en los que nos reflejamos, al igual que hacemos con otras personas de nuestro entorno. Esto las convierte en una herramienta estratégica para poder conectar emocionalmente con ciertas comunidades de consumidores que verán en la marca un espejo en el que reflejarse y, al mismo tiempo, expresar su personalidad.
Definir la personalidad de una marca significa dotar de características o rasgos humanos a los elementos que identifican a una empresa u organización.
El objetivo es lograr una mayor conexión con el público objetivo y diferenciar a la marca de los competidores, específicamente vinculando su propuesta de valor con emociones, valores y arquetipos psicológicos.
En muchos casos vemos cómo la personalidad de marca se asemeja de forma clara a la personalidad del consumidor, y en algunas categorías esta asociación es más que obvia. Si cerramos los ojos seguramente podemos imaginar e incluso describir qué tipo de persona se pediría una Estrella Damm, un Red Bull, una Fanta, un Cacaolat o una Sangría Don Simon.
Son los consumidores quienes acostumbran a proyectar valores, apreciaciones emocionales y rasgos de personalidad a las marcas. Por lo que dichos elementos, van a definir “su forma de ser” y actuar como la base sobre la que se construirá su identidad visual, así como sus parámetros comunicacionales o identidad verbal: voz, tono, rol y línea editorial.
La personalidad de marca es una de las tareas principales del branding. Definir una personalidad de marca es necesario e importante por todas estas razones:
Los Arquetipos de Personalidad de Marca son 12 perfiles que utilizamos en marketing para dotar de personalidad y contenido a las marcas.
Estos arquetipos de personalidad de marca están basados en la teoría de los 12 Arquetipos de Personalidad que definió el psicoanalista Carl Gustav Jung al identificar que existen 12 patrones de conducta universales más allá del sexo, cultura, edad o religión, ya que pertenecen a la psique humana.
Encontramos los siguientes:
El Mago. Se basa en la transformación de la realidad y el sentido común. Puede contar con un aire de misterio, improvisación, ironía, ilusión y, como su nombre ya lo dice, mucha magia. Otras características importantes son el coraje, la libertad, la innovación y la creación de ideas disruptivas, que terminan siendo vistas como “locas”.
Como ves, el Manifiesto de Marca, además de ser una definición de tu personalidad de marca, es también toda una declaración de intenciones.
Tener este Manifiesto te ayudará enormemente a transmitir a tu equipo lo que sois y hacia dónde vais, con lo cual os será más fácil a todos mantener la coherencia en todo lo que hagáis.