personalidad de marca

¿Cómo puedes definir tu personalidad de marca?

Una marca sin personalidad no es más que un logo, es decir, una marca efímera, un producto sin más, un simple precio.

Si tu marca no tiene personalidad será difícil que la recuerden. Y es que para que tu marca conecte con el público, tienes que dotarla de rasgos “humanos” y eso se hace creándole una personalidad.

Dime cómo eres y te diré cómo me haces sentir

Las marcas son espejos en los que nos reflejamos, al igual que hacemos con otras personas de nuestro entorno. Esto las convierte en una herramienta estratégica para poder conectar emocionalmente con ciertas comunidades de consumidores que verán en la marca un espejo en el que reflejarse y, al mismo tiempo, expresar su personalidad.

Definir la personalidad de una marca significa dotar de características o rasgos humanos a los elementos que identifican a una empresa u organización. 

El objetivo es lograr una mayor conexión con el público objetivo y diferenciar a la marca de los competidores, específicamente vinculando su propuesta de valor con emociones, valores y arquetipos psicológicos.

En muchos casos vemos cómo la personalidad de marca se asemeja de forma clara a la personalidad del consumidor, y en algunas categorías esta asociación es más que obvia. Si cerramos los ojos seguramente podemos imaginar e incluso describir qué tipo de persona se pediría una Estrella Damm, un Red Bull, una Fanta, un Cacaolat o una Sangría Don Simon.

Son los consumidores quienes acostumbran a proyectar valores, apreciaciones emocionales y rasgos de personalidad a las marcas. Por lo que dichos elementos, van a definir “su forma de ser” y actuar como la base sobre la que se construirá su identidad visual, así como sus parámetros comunicacionales o identidad verbal: voz, tono, rol y línea editorial.

¿Por qué necesita tu marca adoptar una personalidad? ¿Qué beneficios tiene?

La personalidad de marca es una de las tareas principales del branding. Definir una personalidad de marca es necesario e importante por todas estas razones:

  • Para diferenciarte de la competencia y que te sepan reconocer. La personalidad que transmita tu marca contribuirá a trabajar el posicionamiento que quieres tener en la mente de tu público objetivo. No vale decir “mi marca es para todos”, si te posicionas así tu marca no será para nadie, porqué nos gusta la sensación de pertenencia a algo con lo que nos sentimos identificamos. Las personas son del Barça o del Madrid, de derechas o de izquierdas, buscan planes familiares o para solteros, de jóvenes o mayores, autónomos o asalariados, aventureros u hogareños, ricos o humildes, electrónico o artesanal…
  • Para conectar emocionalmente y tener engagement con perfiles de consumidores y “tribus” que te interesan como público objetivo, hoy en día tenemos la posibilidad de escoger entre cientos de marcas que ofrecen propuestas de valor muy parecidas, por eso, la calidad y el precio ya no son los únicos factores para decirse por una u otra marca. Aquellas que reflejan o encajan más con nuestra personalidad son las que nos hacen sentir mejor y las que, por tanto, nos inspiran mayor confianza.
  • Tener una personalidad de marca te permitirá saber cómo crear tu identidad corporativa. Es decir, qué tipo de acciones de marketing y eventos organizar, te guiará a la hora de definir tu estrategia de contenidos para tus redes sociales…
  • Te ayudará a mantener la coherencia en todo lo que hagas como marca y a mantener a tu equipo enfocado y alineado con tu estrategia.

Los 12 Arquetipos de Personalidad de Marca

Los Arquetipos de Personalidad de Marca son 12 perfiles que utilizamos en marketing para dotar de personalidad y contenido a las marcas.

Estos arquetipos de personalidad de marca están basados en la teoría de los 12 Arquetipos de Personalidad que definió el psicoanalista Carl Gustav Jung al identificar que existen 12 patrones de conducta universales más allá del sexo, cultura, edad o religión, ya que pertenecen a la psique humana.

Encontramos los siguientes:

El Inocente. Es el que inspira pureza, simplicidad y positividad en lo que se refiere a sí mismo y al mundo. Él ve las cosas de una forma simple y cree que se pueden encontrar grandes soluciones cuando se abordan los problemas de una manera sencilla. Otras características llamativas en su identidad son la autenticidad, la espontaneidad y la transparencia a la hora de tomar decisiones.
El Hombre Corriente. También puede ser conocido como “el chico/chica común” o “la chica / chico de la puerta de al lado”. Su objetivo principal es integrarse efectivamente en la sociedad, o sea que este arquetipo tiene una afinidad con la rutina y no le importa ser uno entre muchos. No hay fórmulas mágicas para el éxito o grandes promesas: la eficiencia se logra de manera práctica, factible, democrática y accesible.
El Explorador. Lleva consigo un gran deseo de descubrir el mundo, sus novedades, no estar atado a los lazos de la sociedad y dejar ir el aburrimiento de la vida cotidiana. La avidez es una de las características principales de este arquetipo, que valora la libertad y cree que se pueden lograr grandes sentimientos como la felicidad y la satisfacción en la vida a través de pequeños descansos en la rutina.
El Sabio. Es responsable de estimular el aprendizaje y valorar el acto de “pensar”. Una fuente de sabiduría y grandes ideas, cree que compartir el conocimiento es una excelente manera de entender el mundo y llegar a grandes lugares. Su carácter, por lo tanto, es apreciado por estar siempre pendiente de las principales tendencias, estudios y materiales que pueden mejorar su comprensión de diferentes temas.
El Héroe. Destinado a cambiar el mundo, trabajador, valiente y siempre muy comprometido con lo que hace, este perfil es altamente productivo y está listo para enfrentar cualquier desafío que se presente en su camino. La fuerza se retrata de una manera sutil y, al mismo tiempo, muy llamativa. Uno de los principales dispositivos es el uso de “modelos de la vida real”, como atletas o figuras superadoras, en medio de alguna actividad física o con un semblante inspirador.
El Fuera de la Ley. Puede ser reconocido como un rebelde, inquieto y siempre listo para romper las barreras cotidianas. El sentimiento de incomodidad en cuanto a la sociedad, los procesos arraigados y la burocracia hacen que el Fuera de la Ley sea capaz de revolucionar todo lo que está a su alcance.

El Mago. Se basa en la transformación de la realidad y el sentido común. Puede contar con un aire de misterio, improvisación, ironía, ilusión y, como su nombre ya lo dice, mucha magia. Otras características importantes son el coraje, la libertad, la innovación y la creación de ideas disruptivas, que terminan siendo vistas como “locas”.

El Amante. Por mucho que el nombre se refiera a un sentimiento romántico, el punto principal de este arquetipo no implica necesariamente amor, sino personalización. La sensación que trasmite es que esa marca se entrega tanto al cliente que despierta placer. Cuando pensamos en esta categoría, prácticamente escuchamos las frases pronunciadas en los anuncios de perfumes, siempre con un toque de sensualidad, audacia e intimidad.
El Bufón. Aquí la idea es divertirse reformulando todo desde el punto de vista de la inocencia. Despreocupado, gracioso y accesible, este perfil es conocido por burlarse de sí mismo y ver la vida de una manera muy pacífica. Es muy asociado a la forma que tienen los niños de ver el mundo y cambiarles el significado a las cosas. Las marcas que trabajan con este arquetipo tienen como visión el hecho de que vivir es simple, solo sonríe, no “caigas en la falsa seriedad” de la vida cotidiana y aprende a ver las cosas de forma diferente.
El Bufón. Aquí la idea es divertirse reformulando todo desde el punto de vista de la inocencia. Despreocupado, gracioso y accesible, este perfil es conocido por burlarse de sí mismo y ver la vida de una manera muy pacífica. Es muy asociado a la forma que tienen los niños de ver el mundo y cambiarles el significado a las cosas. Las marcas que trabajan con este arquetipo tienen como visión el hecho de que vivir es simple, solo sonríe, no “caigas en la falsa seriedad” de la vida cotidiana y aprende a ver las cosas de forma diferente.
El Cuidador. La marca existe como una solución para promover una vida mejor para sus clientes y no escatima esfuerzos para hacerlo. Su objetivo es ayudar a los demás y nunca se estimula la idea de negar algo. Las personas se colocan como el foco, así como las necesidades de la sociedad en su conjunto. Por esta razón, es común ver a marcas de este tipo tomar una posición frente a problemas relevantes en el mundo, como guerras, enfermedades o problemas ambientales.
El Creador. Ingenioso, lleno de creatividad, no se conforma hasta que encuentra nuevos proyectos interesantes. Tiene rasgos artísticos y quiere dejar su huella en el mundo, le gusta compartir conocimientos y valora cualquier idea sin juzgarla, es especial.
El Gobernante. Finalmente, nuestro último arquetipo es el que se posiciona como un líder natural. Cómodo en medio de grandes multitudes, se expresa con facilidad y tiene un gran poder de persuasión. Es común percibir su carisma, pero cuando es necesario también deja ver otros aspectos como la autoridad y la fuerza de su oratoria.

Como ves, el Manifiesto de Marca, además de ser una definición de tu personalidad de marca, es también toda una declaración de intenciones.

Tener este Manifiesto te ayudará enormemente a transmitir a tu equipo lo que sois y hacia dónde vais, con lo cual os será más fácil a todos mantener la coherencia en todo lo que hagáis.

¿Ya sabes por qué personalidad apostar?