Diana es una persona muy social y extrovertida. Es imposible salir con ella por Barcelona y que no se pare a saludar a algún conocido.
Desprende energía positiva por todos sus poros. Y deja un halo de diversión y buen rollo a su paso. Cuando la conoces es imposible no quererla.
Con esta personalidad tan especial y estando soltera, no pasa desapercibida cuando se trata de ligar. Tinder tendría los días contados si existieran más como ella.
Así que, después de que terminara el duelo por la ruptura con su última pareja y de colgarse el cartel de “soltera”, ha empezado a conocer a chicos. Y, ¡este verano lo está dando todo!
Cuando quedamos con las amigas siempre tiene alguna historia que contar y como nosotras no nos acordamos de los nombres de todos los chicos que conoce, hemos empezado a numerarlos.
Este fin de semana ha estado con el Nº 5 y ahora le decimos que ella es como Marilyn Monroe, que cuando en una entrevista le preguntaron qué se ponía por la noche para dormir contestó: “Unas gotas de Chanel Nº 5”.
Y en relación a este icónico perfume, ¿sabías que dicen que un frasco de Chanel Nº5 se vende cada 30 segundos en todo el mundo?
Esto es lo que todos los que tenemos negocio nos gustaría conseguir y esta es la importancia de fidelizar a nuestros clientes.
Y es que a veces estamos tan obsesionados en conseguir nuevos clientes, que nos olvidamos de fidelizar a los existentes.
Y es infinitamente más fácil que un cliente pre-existente vuelva a comprarte que conseguir captar uno nuevo.
Algunas de las estrategias que las marcas y empresas utilizan para fidelizar a los clientes con la intención de convertirlos en recurrentes son:
Y en relación a Diana, de momento no está en sus objetivos a corto plazo fidelizar a ninguno de sus amigos y va cambiando de perfume durante las noches de verano.
Soy Núria Posa, escribo historias y hago planes de marketing que impulsan negocios conectando emocionalmente con tu audiencia.
