Flipando con la Inteligencia Artificial

Mi chico es muy tecnológico.

A Jordi le pirra la realidad virtual, con las gafas óculus hemos estado desde la cima del Everest hasta en el Taj Mahal, hemos jugado a lanzamiento de jabalina y hemos hecho deporte en un espacio que podría ser el metaverso. Todo sin movernos de casa.

Hace un tiempo le dio por las máquinas de impresión en 3D y teníamos mil aparatejos impresos en plástico gris, desde juguetes para nuestro hijo Bruno, hasta un adaptador del grifo del baño que hacía que Bruno llegara mejor a lavarse las manos.

Por supuesto que tenemos toda la casa domotizada, las luces, el extractor de la cocina, el aire acondicionado y la cafetera se encienden diciendo “Ok Google, enciende tal”, el aspirador rumba también, lo llamamos “Luisita” y funciona cuando dices “Luisita, ¡a limpiar!”

Ah! Y cuando por la mañana le digo al asistente de Google “Buenos días” me responde con un mensaje que Jordi grabó: “Buenos días preciosa” y sigue diciéndome mi agenda del día y poniendo la radio, el Món a RAC1 y Jordi Basté.

Todo esto para contarse que ahora le ha dado por un programa de IA. Y se pasó dos días sin decirme nada encerrado en el despacho. Cuando le preguntaba que qué hacía me respondía: “Cariño, estoy preparando algo tan guay que vas a flipar” y lo escuchaba tecleando frenéticamente.

El otro día me dijo:

– Ya lo tengo, ven y te muestro mi obra.

¡¡Madre mía qué risa!!

Se había dedicado a recopilar fotos mías, subirlas a no sé qué programa de Inteligencia Artificial para crear un prototipo mío que luego adaptaba al estilo que quería gracias al software de IA.

Las primeras muestras salieron un poco rana, ¡pero las siguientes que hizo ya con fotos que me tomó expresamente para ese propósito son brutales!

Ah sí! Contarte que además de escribir historias varias en mi blog también hago planes de marketing, páginas web, embudos de venta y gestión de redes sociales. No lo hago sola, tengo un maravilloso equipo que me ayuda! Joel, Clàudia, Judit y Andrea. ¡Son los mejores!